Cuando un hombre y una mujer, dos hombres, o dos
mujeres, forman una pareja afectiva,
tienen un vínculo diferente al que se desarrollará y habrán de construir,
cuando decidan ser padres.
El grado de dificultad que encontrarán cuando se conviertan en padres,
nueva situación en la que habrán de tomar muchas decisiones, los 365
días del año, durante al menos los primeros 18 años, estará en función de las
bases sobre las que hayan construido su relación de pareja.
Una relación de pareja consta de tres partes:
Yo, Tú , y nosotros. Las
parejas positivas, dan cabida a cada una de estas partes sin anular ninguna de
ellas. El aspecto del
nosotros, es donde deben establecer un trato mutuo. En él, experimentan la alegría, el
placer, y a veces la lucha de estar unidos, tomar decisiones y funcionar como
compañeros de equipo.
La naturaleza de la relación, recibe gran influencia de lo que cada
compañero sienta por sí mismo, (Autoestima). Del grado de autoconocimiento y
autoconciencia que cada individuo tenga de sí mismo. Y de los estilos comunicativos entre
ellos.
Es necesario que una pareja comparta
parte de su filosofía parental, valores, creencias, límites que creen
necesarios en la educación de los hijos…
Aun compartiendo gran parte de estos
factores precisos para criar en equipo, siempre habrá diferencias. Y de estas
diferencias, se nutren las relaciones.
Las semejanzas nos permiten
acercarnos, pero las diferencias, nos ofrecen la oportunidad de ser más
humanos.
¿Cómo resuelven
las parejas positivas estas diferencias?
Están abiertas al diálogo y a la
negociación para llegar a un acuerdo sin imponer su opinión. Saben que su
persona es tan válida como la del otro.
Pueden criticar al valorar un acto, sin
criticar a la persona. Y pueden ofrecer alternativas.
Para resolver conflictos, utilizan
mensajes yo, en lugar de mensajes tú.
¿Qué son
mensajes yo? Son aquellos
en los que cuando estoy en desacuerdo, o algo me molesta del otro, hablo de mí, y de cómo me siento.
Ejemplo de
mensaje yo: “Cuando llego a casa y veo que
no has hecho la cena, me siento triste y decepcionada”.
Este mensaje es incuestionable, el
otro no puede rebatirlo, por una parte, porque es descriptivo, y por otra, porque
lo que tú sientes, es tuyo.
De esta forma abres un canal en la
relación, te muestras y le das a tu pareja la oportunidad de conocerte, de
escuchar y de cambiar.
Los mensajes tú, son aquellos
en los que inculpamos, o juzgamos al
otro.
Ejemplo: Nunca harás la
cena cuando llego, Los hombres no servís para esto. Te Da igual todo… O
sutilmente, retirar la palabra o una mirada ofensiva también serían un mensaje
inculpador.
Los mensajes tú, promueven en la
otra persona una actitud de defensa ya que se siente amenazado. Lo único que
puede desencadenar es una discusión y una lucha por el poder y la razón. Pero
no un acercamiento.
Características de las
parejas positivas, según Virginia Satir:
Ø Cada persona se vale por sí
misma y es autónoma.
Ø Cada persona puede decir sí o no
conforme a sus necesidades. Puede ser emocionalmente sincera.
Ø Cada persona puede pedir/expresar
lo que desea.
Ø Cada persona, reconoce y toma la responsabilidad
de sus actos.
Ø Cada cual cumple sus promesas.
Ø Cada uno puede ser bondadoso,
cortés, considerado y real, SIN MIEDO a mostrarse débil o vulnerable.
Ø Cada uno tiene libertad de hacer
comentarios sobre lo que sucede con respeto.
Ø Cada persona apoya los sueños
del otro en todo lo posible, y juntos cooperan en vez de competir.
La crianza es una de las tareas más complicadas que
existen, para la cual no hay escuela, y somos eternos aprendices.
Las parejas que se relacionan de forma positiva, se
sentirán apoyados y respetados en esta tarea, aun en sus diferencias. Lograrán transmitirles
a los hijos un modelo de relación respetuosa, que le
beneficiará en sus futuras relaciones.
Sin duda, la forma de comunicarse, será determinante
en la construcción de una relación ma/paternal respetuosa.
Las consecuencias de vivir la paternidad en
desacuerdo es la crianza de niños inseguros y desconfiados. Niños que han
tenido que adaptarse a vivir en dos realidades diferentes y cambiantes. La
madre le deja jugar en el salón con amiguitos, el padre llega y los hecha. El
padre le da un bollo para merendar, la
madre lo ve comiéndolo y lo riñe…
¿Cómo
imaginas vivir en dos realidades distintas, sin saber cuál es la correcta?
No hay comentarios:
Publicar un comentario